
Ácido no es amargo: claves para entender el sabor en café
En el mundo del café de especialidad, hay conceptos que se confunden fácilmente. Uno de los más comunes —y más importantes— es la diferencia entre acidez y amargor. Comprenderla no solo mejora tu experiencia en taza, también te ayuda a conocerte mejor a través de lo que sientes y eliges.
¿Por qué confundimos acidez con amargor?
Porque culturalmente nos han enseñado que todo lo que "pincha" en boca es malo. Y no es así. La acidez, cuando es buena, no agrede. Refresca, despierta, ilumina. Es como morder una manzana verde, o una mandarina madura. Tiene brillo, vida, ligereza.
El amargor, en cambio, suele ser señal de un problema en la preparación: una extracción demasiado larga, una molienda muy fina, o un grano demasiado tostado. Es una sensación densa, seca, que se queda al fondo del paladar y apaga el resto de sabores.
Aprender a distinguir ambas puede transformar tu relación con el café.
Guía rápida para sentirlo mejor:
- Acidez viva (positiva): piña, manzana, lima, frutos rojos, flor de jamaica
- Amargor desagradable: ceniza, caucho, madera, humo
- Sabores dulces/neutros: chocolate, caramelo, avellana, miel
Una taza con buena acidez puede sorprenderte al principio. Pero si la respiras y le das espacio, puede abrir un mundo nuevo. Más delicado, más sutil, más vibrante. No a todos nos gusta lo mismo, y no pasa nada. Hay quienes necesitan cuerpo y densidad, otros claridad y ligereza. El punto es que sepas qué te sienta bien. Qué te hace disfrutar.
Tu paladar es un espejo. Y el café, una herramienta para conocerte.
En Hortelano Coffee Roasters no vendemos reglas. Vendemos posibilidades. Cafés que puedes explorar, probar, sentir. Porque cuanto más entiendes lo que hay en la taza, más cerca estás de entenderte a ti.
Y si alguna vez dudas entre acidez o amargor, escríbenos. No hay respuestas perfectas, pero sí caminos compartidos.
Un fuerte abrazo desde Calañas,
— Fran ✨