No consumas café recién tostado
Café recién tostado
Publicado por Hortelano Coffee Roasters
Muchos amantes del café buscan siempre lo más fresco posible. Sin embargo, el café recién tostado no está listo para disfrutarse justo al salir del tostador. Como el vino o el pan artesanal, el café necesita reposar antes de alcanzar su punto óptimo de sabor.
¿Qué ocurre después del tueste?
Durante el tueste, los granos se transforman: se liberan aceites, azúcares y gases —principalmente dióxido de carbono (CO₂)— que influyen en el aroma y la textura de la bebida.
Cuando el café sale del tostador, está cargado de CO₂, que continúa escapando poco a poco de cada grano en un proceso llamado desgasificación.
Si preparas el café demasiado pronto, ese exceso de gas impide una correcta extracción: el agua no penetra bien en el grano molido, se forman burbujas y la taza resultante puede tener sabores desequilibrados o incluso “verdes”.
El tiempo ideal de reposo
El tiempo de desgasificación varía según el tipo de tueste y el método de preparación:
- Espresso: entre 7 y 14 días después del tueste.
- Filtros (V60, Chemex, Aeropress): entre 3 y 10 días.
- Cafés naturales o anaeróbicos: pueden necesitar incluso un poco más.
Este tiempo permite que los aromas se asienten y que el café muestre todo su potencial: dulzura, cuerpo y claridad en taza.
Cómo saber si un café está en su punto
Un buen tostador indica la fecha de tueste en el paquete, no la de consumo preferente.
Cuando veas esa información, interpreta el café como un producto vivo, que evoluciona. Entre los primeros días y las siguientes semanas, el perfil sensorial cambia: los tonos más agresivos desaparecen y surgen notas más redondas y definidas.
Si al abrir la bolsa notas un exceso de gas, o la extracción es demasiado rápida y burbujeante, espera un poco más. La paciencia se traduce en mejor taza.
Conclusión: el arte de esperar
El café recién tostado necesita respirar. Darle tiempo es respetar su proceso natural y disfrutarlo en su máximo esplendor.
En Hortelano Coffee Roasters, cada lote se tuesta con precisión y se deja reposar el tiempo justo antes de llegar a tus manos.
Como el vino, el café también necesita respirar para mostrar su mejor versión.
