Historia y origen del Café

Es curioso como el café a pesar de ser un producto tan integrado en nuestra sociedad sabemos muy poco de él, de su origen de su preparación. Y es que esta bebida se hizo popular alrededor del siglo XVI en Europa y desde entonces han surgido mil teorías sobre su procedencia y uso.

 

Tanto es así, que para muchos el café proviene de latinoamérica. Nada más lejos de la realidad, esto es debido a que esta región se convirtió en una gran exportadora de café a Europa en el periodo colonial, siendo los europeos los que introducimos la planta de café para su cultivo en las regiones  tropicales del continente americano.

Los primeros cafetos llegaron de la mano de los franceses al nuevo mundo, pero antes veamos como evoluciona este mercado desde su origen.

Lo que no todos saben es la verdadera procedencia del café, acompáñame a través de la historia y descubramos un poco más sobre éste elixir que tanto nos gusta en su tueste natural.

La Leyenda de Kaldi

Cuenta la leyenda que allá por el siglo V un pastor llamado Kaldi solía subir a las montaña de la regiónde kaffa, hoy conocido como Etiopía para alimentar a su pequeño rebaño de cabras.

Día tras día Kaldi observaba como sus cabras se sentían atraídas por los frutos rojos de una planta de entre toda la vegetación de la zona, pero no sólo eso, sino que sus animales parecían activarse, brincaban y se las veía mas vigorosas.

Por lo que el pastor, Kaldi, se atrevió a probar los frutos de esa planta. Tal fue el aporte energético tras probar las bayas que estuvo toda la noche sin poder pegar ojo.

Al día siguiente, el pastor sorprendido y asustado por el poder de esos frutos decidió recolectar un puñado y llevarlas a un monasterio cercano donde esperaba que los monjes pudieran dar una explicación a los sucedido.

Estos tomaron las bayas y tras comprobar que los relatos del pastor eran ciertos investigaron como extraer ese potencial, sin mucho éxito. Hasta que por una simple casualidad, los granos acabaron ardiendo en el fuego, desprendiendo y embriagando la sala con aromas nunca antes experimentados por ellos.

Pero esto es solo una leyenda... sabemos que ciertos es que el café fue descubierto en el antiguo reino de Axum, predecesor del Reino Abyssina (Etiopía), por los alrededores del siglo V o VI. Pero éste no era la bebida que concebimos hoy día.

En sus inicios ni siquiera recibió el nombre de café, los antiguos etíopes los nombraron “bunn”, estos probaron multitud de métodos en busca de extraerlos mejores aromas y la cafeína de la planta, desde hervir sus hojas y bayas hasta fermentar su pulpa para hacer vino. Otros preparaban brebajes a base de agua con las cáscaras tostadas de las bayas, a lo cual llamaron “qirsh”.

Lo cierto es que es una incógnita como los primeros descubridores del café extraían sus propiedades, ni el origen del tostado.

No fue hasta diez siglos después cuando se datan los primeros tostados de los granos, su posterior molido y las primeras infusiones en agua, lo que conocemos hoy día como café.

Tras su descubrimiento en Etiopía, el consumo de esta planta energizante pronto se extendió entre sus gentes. Los habitantes de estas regiones donde los cafetos crecían naturalmente, en su mayoría nómadas, transportaban la planta y la cultivaban a lo largo de las rutas  para tener café que recolectar y tomar.

La expansión

Tal fue el impacto en esta sociedad pre-etíope que extendieron su cultivo más allá del mar rojo, hasta lo que hoy conocemos como Yemen. Región de intercambio de especias y enseres donde el café comienza a ser conocido por otomanos, árabes, indues y demás pueblos del medio oriente.

Los pueblos árabes acogieron estos brebajes, el café ayudado por los peregrinos camino a la meca extendió sus fronteras. Y aunque el gobernador de la Meca Khair-Beg lo declaró bebida prohibida, éste no paró su expansión por los pueblos Persia, Egipto, Turquía y el norte de África.

 

Alrededor del siglo XVI el café fue introducido tanto en la India, dando lugar a

su posterior encuentro con los colonos holandeses en el siglo XVII, por Baba Budan; como en el imperio Otomano, quienes a través de los comerciantes franceses y venecianos  lo introdujeron en Europa.  

El café llega a Continente Europeo

A partir del siglo XVII el café se expande por Europa. Aunque fueron los franceses los primeros en introducir el café en Europa, no fue sino en Viena donde se generalizó su consumo entre la burguesía.

Viena estaba siendo asediada por el imperio Otomano, quienes desplegaron un amplio campamento con víveres y comodidades para derrocar  a la corona austrohúngara y hacerse con el control de la Europa Oriental.

Después de dos meses de asedio, tras la batalla de  Kahlenberg, los días 11 y 12de septiembre de 1683 los otomanos fueron expulsados de tierras europeas.

Las tropas vieneses  encontraron en el campamento montado por los otomanos multitud de sacas y granos. Y aunque hay varias teorías; unas que dicen que el café ya fue introducido previamente a Europa; otros, piensan que fue un sirviente turco de las cortes austriacas quien ayudó a comprender que eran esos granos y como elaborar los brebajes. 

La burguesía austrohúngara acogió el consumo del café, aunque ésta acostumbrada al mundo del té no era particularmente agraciada por los posos de los métodos de elaboración provenientes de medio oriente, así que aparecieron los primeros filtrados y la mezcla de éste con leche.

Pronto las sociedades europeas acogieron con gran sosiego el consumo de café, se crearon multitud de cafeterías a lo largo y ancho del mapa europeo. Estas cafeterías más tarde dieron lugar a centros de encuentros de intelectuales, empresarios  y espacios de divulgación.

Imagen de un café de paris

Tanto es así que algunos historiadores aseguran que el café tuvo un gran impacto en el despertar de la sociedad y ayudó a uno de los movimientos más importantes de nuestra historia, la Revolución Francesa.

Supongamos que europa vivía en una sociedad gobernada por el consumo de vino y cerveza. El café fue ganando terreno, al multiplicarse el número de cafeterías, los ciudadanos franceses encontraron un lugar de intercambio de conocimiento filosófico, historia, de opinión y sobre todo políticos a distintos niveles sociales. Esto provoca una creciente disconformidad con el gobierno francés.

El café sigue su ritmo de expansión por Europa, llegando a todos los rincones. Los europeos pronto se dan cuenta de que las plantas de café no se desarrollan en nuestras latitudes por lo que con la colonización comenzamos a exportar las primeras plantas de café a las américas.

Se cree, que fue  Gabriel Mathieu de Clieu, oficial dela armada francesa quien portó la primera planta de café hasta la Isla Martinica en el 1720.

España por su parte introdujo el café en sus colonias a partir del 1741, cuando llegaron los primeros cafetos de la mano de José Gumilla a Colombia

Así pues, ayudado por la colonización el café llegó a las Américas, donde se extendió su cultivo y comercialización.

En estos años, impulsado por el colonialismo y la mano de obra esclava el café y el cultivo de los cafetos se extendió por todo el globo entre los trópicos de cáncer y capricornio. 

 

Deja un comentario

Ten en cuenta que los comentarios deben aprobarse antes de que se publiquen.