Comprar Café de Especialidad en Huelva
Comprar Café de Especialidad en Huelva: La Historia de un Viaje de Pasión y Regreso
De Huelva al Mundo: Un Viaje en Búsqueda de Propósito
Todo comienza a finales de 2015 cuando, tras acabar la universidad, decido salir de la provincia de Huelva, de mi casa, de mi hogar. Yo no estaba muy contento en esos momentos con el sentido de mi vida: había acabado unos estudios universitarios que no me motivaban a seguir, no había explorado nada y había viajado muy poco. Además, en esa época no hablaba idiomas y me encontraba en una situación de falta de sentido en mi vida. Así que decidí salir. Sabía que aprender idiomas y viajar me abriría la mente y podría encontrar lo que verdaderamente me motivaba.
En ese momento de mi vida, andaba algo perdido, llevaba ya años trabajando y viviendo la misma vida año tras año, viviendo los mismos eventos, los mismos momentos (Navidad, Carnaval, Romería, Feria, y de nuevo Navidad). Mi vida, aunque divertida, era monótona y aburrida. Continuamente andaba de fiesta. Llegó un punto en el que miré a mi futuro y no me gustó nada lo que vi, así que decidí salir de Huelva y buscar algo más.
Me mudé a Londres, ingresé en un hostal donde trabajaba limpiando camas y baños para poder pagar mi alojamiento. Mientras tanto, intentaba aprender inglés estudiando en una academia y ayudándome de los chavales que vivían en el hostal. La verdad es que allí encontré una fantástica comunidad de chicos y chicas jóvenes que llegaban a Londres a ganarse la vida, muchos estábamos en la misma situación, así que la empatía, el respeto y la ayuda eran los valores predominantes. Si salía una oferta de trabajo y uno se enteraba, todos enviábamos el currículum. Yo acompañé a amigos a entrevistas y otros me acompañaron a mí. Incluso practicábamos lo que teníamos que decir. De ahí saqué buenos amigos, algunos como Josu (ahora vive en Alemania), aún seguimos en contacto y nos vemos frecuentemente.
Salir de mi tierra fue duro, sobre todo la parte de la soledad. En principio, durante mis días en el hostal fue guay, pero cuando comencé a vivir en la casa de Manor House fue fatídico, ya que pasaba días y días solo, sin poder comunicarme con nadie de mi entorno. Mi salario era una basura que no me daba para acabar el mes, vivía comiendo del lugar donde trabajaba y comprando en la sección básica del Sainsbury. La falta de inglés y el miedo o vergüenza a equivocarme y no ser entendido me afectaba mucho socialmente. Además, yo estaba acostumbrado a vivir una vida muy intensa socialmente, y pasar todas aquellas tardes solo supuso un reto mental y de autoconocimiento brutal.
Mis Primeros Pasos en Londres: El Descubrimiento del Café de Especialidad
Tras numerosas entrevistas y fracasos, encontré mi primer trabajo. Era en una cocina, con dos compañeras más que hablaban español, así que no me servía de nada y pedí a mi jefe que me diera la oportunidad de hacer café y estar indirectamente en contacto con los clientes, así podría mejorar mi inglés, al menos para poder servir mejor a los clientes.
El principal reto era entender lo que el cliente quería, y cómo les gustaba el café. Recuerdo que ellos me hablaban y yo sonreía, como diciendo "qué graciosos", pero rara vez entendía (ahora me estoy riendo, era tener la cara muy dura). Estos eran mis momentos de socialización. Trabajar en un idioma que no dominaba me frustraba porque yo sabía hacer el trabajo, pero el no entender específicamente lo que me pedían me dificultaba muchísimo la tarea.
Tras unos meses pude conseguir llegar a la posición de barista, pero por aquel entonces aún no sabía que me dedicaría al mundo del café de especialidad. Simplemente era la llave para poder aprender más y mejor inglés.
Lo que más me sorprendió al principio del rol del barista era que él solo estaba para hacer cafés. En España, trabajar en un bar o cafetería supone ser multifuncional, pero allí el barista se ocupa de que el café esté perfecto.
Poco después, un amigo me llevó a una cafetería de especialidad junto al canal vecino a Victoria Park (la vida es un círculo y acabaría trabajando en esa cafetería años más tarde). Él me recomendó no poner azúcar y tomarlo solo: "Es bueno", me dijo, "mira cómo lo pesan y cuidan cada detalle para que el café no se queme y tenga buen sabor". Aún recuerdo esa primera taza de café. Provenía de Perú y, amén de esa acidez tipo fruta madura, me dejó un posgusto a caramelo que duró horas. Yo quedé fascinado y empecé a indagar sobre el café de especialidad: qué era, qué lo hacía especial, cafeterías de café de especialidad, cómo hacer café de especialidad, etc.
Del café me sorprendió muchísimo su sabor excepcional. No había amargor, ni tuve reflujo o malestar; yo estaba acostumbrado a beber un café muy quemado y amargo, que en muchas ocasiones me provocaba malestar intestinal, como a otras muchas personas. Este descubrimiento me llevó a comprender la importancia de consumir café de especialidad, sin azúcares añadidos y producido de manera artesanal, como lo hago ahora en mi tostadero artesanal en Huelva.
El Crecimiento en Londres: De Barista a Experto en Café de Especialidad
En esa pequeña cafetería comencé, por voluntad propia, a mejorar mis habilidades con la máquina de café, ajustar la molienda al milímetro, pesar el tiro de café, probar diferentes texturas de la leche y demás parámetros necesarios para producir una buena taza de café de especialidad. Pronto se me quedó pequeño el lugar, yo quería aprender más y mejorar mis habilidades al máximo posible.
Así que cambié de trabajo, y entré como segundo barista en otra empresa. Esta cafetería, aunque su elemento principal no era el café, sí que tenía el mejor café de la zona. Me proporcionaba la formación que quería sobre café de especialidad, maquinaria, mantenimiento y demás matices para lograr la taza perfecta. Aquí estuve una larga temporada, pero como todo en mi vida, han sido fases de aprendizajes y evolución, llegó el momento de decir adiós. No me quedaba nada que aprender, tampoco mucho que mejorar.
Ya controlaba el todo sobre el café de especialidad, desde el tiro hasta latte art (por cierto, aprendí latte art viendo vídeos de Instagram mientras contaba los giros de muñeca de los tutoriales). De hecho, aquí hicimos una competición entre baristas de la compañía. Fue en mi cafetería porque era la mejor valorada por el café y fui el barista que ganó la competición. Incluso quisieron subirme de categoría, pero como no estaba íntimamente ligado al café de especialidad decidí rechazar y emprender una nueva aventura.
La competición no tuvo mucho de especial, ya había un cierto rumor de que en la cafetería de Leader Lane había un chico con rastas que era un fenómeno. Mis máquinas eran las mejores mantenidas de toda la franquicia (dicho por los técnicos de La Marzocco), y los cafés de Leader Lane eran los mejores valorados por los clientes. Por eso, la competición se celebró en nuestra cafetería. Además, ya tenía una propuesta de crecimiento en la empresa sobre la mesa, con lo cual no supuso un gran hito; eran mis últimas semanas en esta empresa.
La Aventura en Melbourne: Perfeccionando Mis Habilidades en el Café de Especialidad
Así, tras un breve descanso de viaje por la India, comencé a trabajar para Flying Horse, un proyecto de tostadero de café recién nacido. De hecho, mi primer trabajo allí fue montar estanterías. Aquí pude ver cómo se construía un tostadero desde el inicio, sobre todo la parte de construcción in situ, clientes, marca, blends, etc. Me inicié en el tueste y también en la cata de café. Pero todo no puede ser tan bonito, y mi encargado era un gilipollas que me cambiaba el horario sin previo aviso, me llamaba a la noche para cambiarme el turno, me pedía cosas sin sentido, así que no pude aguantar y tuve que salir. Recuerdo que fue un poco duro tener que rechazar ese trabajo, puesto que yo amaba el trabajo en sí, me gustaba estar allí junto a Kristina, aprender sobre café, empaquetar, preparar los envíos, catar, y servir a los clientes.
Aquí fue donde, de casualidad, vi el cartel de "se busca barista" en la cafetería donde yo probé el café de especialidad por primera vez. Entré, pregunté, hice dos cafés y pa' dentro. Pero claro, ahí sólo se hacía buen café y yo ya andaba en otro nivel.
Así que decidí hacerme autónomo y vender mis servicios como experto en café de especialidad a numerosas cafeterías. Esto me permitió conocer a cientos de profesionales dentro del mundo del café de especialidad: tostadores, comerciales y empresas grandes como Mazzer Grinders o La Marzocco fueron algunos de mis clientes. Incluso llegué a servir café en el famoso festival de café de especialidad de Londres, el London Coffee Fest.
Pero ahí descubrí también que había una capital, considerada capital mundial del café de especialidad, cuya cultura cafetera era enorme y donde miles de profesionales vivían directamente del café de especialidad. Me refiero a Melbourne. Allí los primeros tostaderos de café de especialidad datan de los 80. ¿Qué creéis que hice? Conseguí visado y me lancé a Melbourne. Quería aprender y competir con los mejores y que mi café fuera consumido por miles de personas.
Llegué a Melbourne y pronto encontré trabajo en el mundo del café de especialidad, pero mi objetivo era otro, convertirme en tostador. Busqué y busqué hasta que pude entrar a trabajar para COC, una empresa dedicada al tueste y distribución de café. Estos no tenían ninguna cafetería, pero sí montábamos stands de cafés en eventos multitudinarios.
En cuanto a la ciudad, vi una ciudad más pausada, menos estresante. En cuanto al café de especialidad en Melbourne, increíble: casi el 100% de las cafeterías y restaurantes consumían café de especialidad. La competencia era enorme y las posibilidades infinitas de entrar en el negocio.
Le expuse mis objetivos personales a Ryan, CEO de la empresa. Le dije que mi objetivo era volver a Huelva, mi lugar, poder emprender y desarrollar mi pequeño tostadero de café, algo simple que me permitiera vivir y disfrutar de mi familia, de mis amigos y de este rincón tan bonito como es Huelva. Creo que él, de alguna manera, se vio reflejado en mí, vio mis ganas y mi potencial porque pronto me abrió las puertas de su casa y su mundo de emprendedor para que yo pudiera aprender y formarme, no solo en el tueste y producción de café, sino también como emprendedor, sobre todo en el aspecto psicológico y en perder el miedo al fracaso, estar atento a oportunidades y ver retos en lugar de problemas.
Ryan sobre todo me enseñó a manejar el hambre por crecer y mejorar, dándome dosis de conocimientos en el mundo del emprendimiento y ofreciéndome oportunidades de crecimiento cada vez que estaba listo para recibirlas, a través de nuevas tareas, nuevas oportunidades y mayores responsabilidades. Hay que entender aquí que su objetivo es ser uno de los mentores más influyentes de Australia y sus compañías el medio para conseguirlo, así que él no solo estaba construyendo diferentes proyectos, también nos ayudaba a sacar nuestro potencial, pues seguía la teoría de "enseña y aprenderás".
Personalmente, yo he perdido el miedo a la incertidumbre y al gasto de dinero o la deuda, aunque a día de hoy aún me muestro precavido y miedoso a la hora de realizar ciertos gastos. Ahora tengo la visión de recuperación a largo plazo, que antes no tenía. Pero sobre todo, el sentido de que esto es un aprendizaje y que fracasar no significa perder, sino crecer.
En ese sentido creo que los onubenses, en general, tenemos una percepción muy pequeña de las posibilidades que nos rodean en la provincia y no admiramos lo suficiente nuestra tierra, así que ponemos excusas. Yo he cambiado esa visión y veo perfectamente el potencial de Huelva, lo bonita que es y cuánto puedo hacer ahora por mi tierra, alejándome de complejos que no hacen nada más que cubrirnos de excusas y razones de por qué no, cuando deberíamos decir "por qué sí".
El Regreso a Huelva: Mi Sueño de un Tostadero Artesanal de Café de Especialidad
Pero como todo no podía ser tan bonito, llegó el Covid y todo se vino abajo. Tuve que volver antes de tiempo, parar mi formación y quedar casi como al principio, con poco dinero, sin trabajo y, como todo el mundo, en una situación de incertidumbre que no sabíamos cuándo iba a acabar. Pero como dije antes, no hay problemas, sino retos, así que contacté con un señor taiwanés, le compré una pequeña máquina de tueste, que él hace a mano, y me puse a tostar. En marzo de 2021 vendí mi primer paquete de café, en julio di mi primera charla sobre café de especialidad. Mi sueño de volver con un futuro que me apasionara estaba muy cerca, pero aún no estaba listo. Sentía que me faltaba formación y conocimiento, pero sobre todo necesitaba esa preparación mental que me diera calma. A día de hoy aún me cuesta dormir, dándole vueltas a cómo hacer las cosas, pero poco a poco voy consiguiendo desconectar. Ya trabajo demasiadas horas por mi sueño, pero es difícil.
En 2022, decido volver y finalizar mi formación. Es un año duro, ya que marco objetivos muy grandes de aprendizaje, ahorro y un estilo de vida muy marcado y rutinario, sobre todo para mejorar mi disciplina y poder salir de allí con un proyecto sólido.
Ahora llevo en Huelva desde mediados de 2023. Volví temporalmente durante el Covid y la pandemia, y vuelvo a lo mismo: yo ya sabía que Huelva era un paraíso, pero falto de oportunidades. Ahora lo veo lleno de ellas. Aquí puedo disfrutar de auténticos manjares y diferentes ambientes, siento paz cuando corro por sus montes, siento paz cuando me pierdo en sus playas. Estando aquí, uno ya vive tranquilo, aunque el emprendimiento nada tiene de tranquilidad.
Sigo en mis trece, sigo pensando que Huelva lo tiene todo para poder ser feliz aquí, desarrollar mi actividad y, sobre todo, para tener la vida que tanto me ha costado construir. Huelva es la provincia perfecta: tiene playa, tiene sierra, tenemos una gastronomía envidiable y aún conservamos ese sentido de comunidad social que se diluye en las grandes ciudades a pasos agigantados. Es mi tierra, mi lugar favorito, y me gustaría poder desarrollar aquí mi actividad.
Se ha visto una evolución en el mercado del café en Huelva, sobre todo en el último año. Aún no hacemos un año de funcionamiento y las ventas de nuestro café de especialidad van en aumento. Los clientes se muestran más accesibles y comienza a desaparecer esa antigua creencia de que el café bueno es el portugués (que viene de los años del estraperlo).
La Historia del Café en Huelva: Del Comercio al Contrabando
Huelva ha estado históricamente ligada al comercio de café. Durante la época colonial, sus puertos recibían café de América y África, y en la postguerra, la provincia se convirtió en un centro de contrabando. Mi bisabuela fue una de las muchas personas que se dedicaron a esta actividad, trayendo café de contrabando desde Lisboa a través del río Guadiana. Durante los años de postguerra, la pobreza, la falta de recursos y la escasez hicieron que muchos y muchas cabezas de familia decidieran acudir al contrabando como medio de ganarse la vida. Huelva, por su situación geográfica, fue un punto estratégico para esta actividad. Los grandes buques llegaban a Lisboa desde Brasil, Cabo Verde, etc., cargados de mercancías, y nosotros habíamos perdido nuestras colonias. Así que el contrabando o estraperlo se convirtieron en la forma de obtener esos bienes de primera necesidad a buen precio.
Estas historias familiares me conectan aún más con el legado del café en Huelva, y refuerzan mi deseo de hacer algo positivo en mi tierra, uniendo las tradiciones de nuestra provincia con la modernidad y el café de especialidad.
Mi Misión y Filosofía: El Futuro del Café de Especialidad en Huelva
Con Hortelano Coffee Roasters, mi misión es mucho más que vender café de especialidad. Quiero promover una cultura de respeto por el medio ambiente y la salud a través del café. Utilizo empaques reciclados y producidos por compañías con certificación de cero emisiones de carbono, porque creo firmemente en un enfoque sostenible para el negocio.
Creo que Huelva es un gran ejemplo de progreso y conservación ambiental. Contamos con numerosos parques naturales y ecosistemas muy bien conservados, pero a su vez vamos encaminados al progreso y la economía global. Con Hortelano Coffee Roasters pretendo no solo mover el café de especialidad en nuestra provincia, sino también una visión de cuidado de nosotros mismos y del entorno a través de cafés beneficiosos para nuestra salud y un packaging a base de materiales reciclados y elaborados por compañías con certificado de 0 emisiones de carbono.
No quiero ser solo un tostador más; mi objetivo es poner a Huelva y Calañas en el mapa del café de especialidad mundial. Quiero participar en competiciones, convertirme en el mejor tostador de España y, sobre todo, demostrar que Huelva tiene el potencial para destacar en la cultura del café de especialidad.